Por Luis Rafael Sánchez Peralta (Luichy)
[El texto que leerán a continuación es el contenido de una breve exposición que realicé este viernes 15 en el programa radial “Grandes en los Deportes”, cumpliendo con una invitación que me hizo el distinguido y apreciado colega y amigo Enrique Rojas, quien me planteó tener disponible un tiempo bastante limitado, ya que también participarían otros colegas. La invitación se basó en seleccionar un tema relevante (no necesariamente el que más) en la historia del béisbol profesional dominicano. Este fue el que seleccioné, aunque hubiese deseado disponer de mayor tiempo, por lo que tuve que moldear un resumen del tema]
Veamos:
[El texto que leerán a continuación es el contenido de una breve exposición que realicé este viernes 15 en el programa radial “Grandes en los Deportes”, cumpliendo con una invitación que me hizo el distinguido y apreciado colega y amigo Enrique Rojas, quien me planteó tener disponible un tiempo bastante limitado, ya que también participarían otros colegas. La invitación se basó en seleccionar un tema relevante (no necesariamente el que más) en la historia del béisbol profesional dominicano. Este fue el que seleccioné, aunque hubiese deseado disponer de mayor tiempo, por lo que tuve que moldear un resumen del tema]
Veamos:
Hola a todos. El tema es la
expansión que en 1983 llevó a la LIDOM de cuatro a seis equipos.
Luego de que en 1955 naciera el
béisbol bajo luces artificiales en la República Dominicana y se efectuaran 25
campeonatos otoño-invernales, con los denominados equipos tradicionales Licey,
Águilas, Escogido y Estrellas, me parece que el más determinante acontecimiento
posterior dentro de esta actividad fue el surgimiento de la Ley 447 del 7 de
abril de 1982, la cual impuso a la LIDOM los equipos Azucareros del Este y
Caimanes del Sur.
La promulgación de dicha ley
correspondió al presidente Antonio Guzmán Fernández, y fue de un modo inusual,
ya que la engavetó por estar en desacuerdo con ella, se le pasó el plazo para
vetarla y quedó promulgada de manera automática, pero quien la ejecutó fue el
presidente Salvador Jorge Blanco, creando para tales fines la figura del
“Comisionado Nacional de Béisbol”, mediante el decreto 1300 de 1983.
Pese a que connotados juristas,
como Ramón Tapia Espinal, Mario Read Vittini, entre otros, expresaron
públicamente que esa ley era inconstitucional, ya que le imponía socios a una
entidad privada, la forma tan brusca y arrolladora en se ejerció el poder desde
el Estado, dejó a la LIDOM sin fuerzas para recurrir al correspondiente recurso
de inconstitucionalidad.
Curiosamente, es en el 2005, es
decir, 22 años después, cuando la Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucional
la facultad del Poder Legislativo de imponerle franquicias a la LIDOM, luego de
que la Ley 98-97 de 1997, la cual modificaba la 447 de 1982, creara los equipos
Delfines del Atlántico de Puerto Plata y Gigantes del Nordeste, este último ya
existente desde 1996 en San Francisco de Macorís.
Eso fue un gran logro para la
LIDOM, gracias a recurso interpuesto por su presidente Leonardo Matos Berrido.
Como se esperaba, los Caimanes
desaparecieron en poco tiempo, después del campeonato 1988-89. De su lado, los
equipos romanense y francomacorisano continúan siendo un serio problema
económico para los dos escenarios más importantes del béisbol dominicano, el de
la capital y el de Santiago, donde antes de la expansión la única carga
económica eran las Estrellas Orientales, pero hoy día Licey, Águilas y Escogido
todavía no logran recibir aportes equitativos, al menos razonables, de
fanaticada de los otros tres equipos.
Incluso, en el caso del Estadio
Cibao, hasta el Escogido ha visto mermar su respaldo de fanaticada.
Vale la pena precisar que si bien
es cierto que la competitividad de LIDOM ha producido seis campeones diferentes
en las últimas seis temporadas, eso sólo ha sido en el aspecto deportivo, ya
que no es menos cierto que 40 años atrás las asistencias a los estadios eran
mucho mejores. Ahí hay tela por donde cortar.
¿Habrán tenido razón aquellos
visionarios de los años 70 que pregonaban la frase “la expansión no es una
varita mágica”? Buenas tardes.
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