Por Luis Rafael Sánchez Peralta (Luichy)
Desde que Reynaldo
(Papy) Bisonó, ejecutivo histórico de Águilas Cibaeñas, propició en 1971 las
anulaciones de los contratos firmados por Miguel -Guelo- Diloné (menor de edad)
y su padre con Cardenales de San Luis y Tigres del Licey, surgió una gran
expectativa sobre qué había de importante en este jugador santiaguero que
estaba saliendo del amateurismo.
Bisonó, que conocía
las interioridades de Diloné, por ser una especie de mentor del jugador en el
béisbol de aficionados de Santiago de los Caballeros, tenía otros planes con
él: que fuese firmado por las Águilas y los Piratas de Pittsburgh, organización
de MLB que desde 1955 tenía un acuerdo de trabajo con el tradicional club
cibaeño.
Bisonó también
hizo que Guelo y su madre firmaran un contrato con los Piratas, lo que provocó
que a la oficina del comisionado de MLB llegaran dos contratos, siendo anulados ambos (el de San Luis y el de Pittsburgh), por lo que Diloné fue
declarado inelegible hasta el 14 de febrero de 1972.
¿Por qué lo
anterior? Quien tenía la posesión legal (tutela) de Diloné era su madre, no su padre. Eso no lo
conocían los Cardenales y el Licey, pero sí lo sabía Bisonó.
Al llegar el 14 de
febrero de 1972, ese mismo día se produjo la firma definitiva de Diloné y su
madre con los Piratas, siendo asignado de inmediato a las Águilas, aunque
“Baseball Reference” lo registra 20 de abril.
En oficinas de Águilas Cibaeñas se puede observar una foto de ese episodio, llevado a cabo en el Restaurant "Pez Dorado" de Santiago de los Caballeros, en la que aparecen Guelo estampando su firma, su madre, Bisonó y un ejecutivo de los Piratas.
En oficinas de Águilas Cibaeñas se puede observar una foto de ese episodio, llevado a cabo en el Restaurant "Pez Dorado" de Santiago de los Caballeros, en la que aparecen Guelo estampando su firma, su madre, Bisonó y un ejecutivo de los Piratas.
Sin sobresalientes
“herramientas”, como se estila en el lenguaje del béisbol, más que su
extraordinaria velocidad, agresividad y habilidad para robar bases, Diloné debutó en Grandes
Ligas sólo dos años y casi siete meses después (2 de septiembre de 1974).
No obstante, luego de ese debut, a Guelo le tomó dos años conseguir su primer hit (28 de septiembre de 1976) y eso sucedió en
su juego número 43, pero apenas segundo en alineación iniciadora, en el que conectó de 4-2 (infield hits en sus 2 primeros turnos), una base robada y una anotada.
Antes, ¿qué pasó
con él en las menores, previo a su debut en las mayores? En 1972 actuó en 61
juegos de clase-A corta (.224-AVG / .338-OBP / .251-SLG), en 1973 participó en
115 juegos de clase-A media (.272 / .364 / .320) y en 1974 vio acción en 132
juegos de clase-A avanzada (.333 / .414 / .424).
En esos 308
enfrentamientos en tres temporadas de liga menor, Diloné se robó 221
bases y es después de esto cuando se producen las extrañas actuaciones de Diloné
en Grandes Ligas.
¿Por qué extrañas?
En sus experiencias de sus tres primeras temporadas de liga mayor (1974, 1975 y
1976), Guelo sólo fue subido en septiembre por los Piratas, tras desempeñarse
entre clase-A avanzada (1974) y triple-A (1975 y 1976). Nunca jugó doble-A.
¿Qué pasó en ese inicio
de 3 años? Diloné acumuló 46 juegos. En los primeros 42 tuvo el raro registro
de 12-0 al bate, con 15 anotadas. ¿Por qué? Actuó en 30 juegos como corredor
sustituto, en 9 como bateador emergente, dos jugando a la defensa y sólo inició
uno (después de 28 juegos como suplente).
Es en 1978, al
llegar a los Atléticos de Oakland, cuando Guelo empieza a recibir más
oportunidad de juego en Grandes Ligas, aunque no como titular, ya que tuvo 292
apariciones al bate en 135 juegos y se estafó 50 bases, aunque encabezó la Liga
Americana en veces atrapado robando (23).
Un antecedente
similar, pero en menor dimensión, ocurrió con Mateo -Matty- Rojas Alou cuando
subió a Grandes Ligas con los Gigantes de San Francisco en septiembre de 1960.
Sus únicos cuatro juegos fueron como bateador emergente (3) y jugador defensivo
(1).
Iniciando la
siguiente temporada, entre abril y mayo de 1961, Matty tuvo sus primeros 17
juegos como suplente, hasta que el 19 de mayo inició su primer juego. Y no fue
sino hasta la temporada de 1966, cuando llegó a los Piratas de Pittsburgh (el 1
de diciembre de 1965), que se convirtió en titular, jugador de más de 500
apariciones al bate en una campaña.
Además de esa
similitud, casualmente en sus inicios, Diloné y Matty tuvieron el mismo
instructor que los convirtieron en mejores bateadores: Harry -The Hat (El
Sombrero)- Walker.
Historia Adicional, Caso Edmead
El jueves 22 de agosto de
1974, sólo 11 días antes del debut de Diloné en Grandes Ligas, se produjo el
accidente de su compañero de equipo Alfredo Edmead en clase-A, único dominicano
que ha fallecido en el desarrollo de una jugada, al menos en el sistema de MLB.
Diloné era el
jardinero central del equipo Salem, Liga de Carolina, mientras que Edmead (con
18 años de edad) era el jardinero derecho, tras ser firmado por Pittsburgh ese mismo año (1974), al concluir su actuación con el conjunto dominicano que participó en los XII Juegos Centroamericanos y
del Caribe, efectuados en Santo Domingo.
Edmead había
jugado para el equipo de la UASD en el amateurismo (béisbol doble-A de la
capital dominicana). La combinación de doble matanza de Salem también era
dominicana: SS-Fausto Sosa y 2b-Pablo Neftalí Cruz.
Ese jueves veraniego de 1974 se jugaba en Salem y se produjo un
elevado detrás de la intermedia conectado por el lanzador (actuando como
bateador) Murray Gage-Cole, del equipo visitante Rocky Mount (Phillies), el cual
perseguía Cruz, pero el zurdo Edmead también intentó atraparlo, se lanzó de
cabeza y tuvo la mala suerte de que su cabeza se encontró con una rodilla de
Cruz, golpe que le ocasionó una fractura craneal masiva, falleciendo minutos
después.
El lanzador Anthony -Jim- Meerpohl (del equipo
Rocky Mount) relató el accidente en una entrevista para el periódico “The
Sporting News” de la siguiente manera: “Cruz estaba sentado en el suelo,
enrollando la pierna del pantalón, todavía con mucho dolor, pero luego vimos
que tenía un aparato ortopédico a la antigua, con abrazaderas de acero a cada
lado. Ese maldito acero había sido como un hacha en la cabeza de Edmead, con el
lado izquierdo de su cráneo, desde el lóbulo frontal a través de la parte
superior hasta la parte posterior, abierto aproximadamente tres cuartos de
pulgada y el sangrado fue horrible”.
[Este párrafo fue
extraído de “Wikipedia”]
Por casualidad de la vida, fue el propio Pablo Cruz quien recomendó a los Piratas la firma de Edmead y, en reconocimiento póstumo, a ese estadio de Salem se le puso su nombre.
Por casualidad de la vida, fue el propio Pablo Cruz quien recomendó a los Piratas la firma de Edmead y, en reconocimiento póstumo, a ese estadio de Salem se le puso su nombre.
El capitaleño Edmead
fue considerado uno de los más cotizados prospectos dominicanos de ese momento (recibió un bono de US$18,000.00, un dineral para la época) y los Piratas soñaban verlo en Grandes Ligas junto al santiaguero Miguel Diloné
y el hatomayorense Alberto Lois, otro muy importante prospecto (firmó por US$10,000.00, salido del equipo dominicano de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1974, al igual que Edmead). Las Águilas
Cibaeñas también se perdieron de esa trilogía de guardabosques.
Importante resaltar que para 1974 el panameño Omar Moreno ya estaba tocando las puertas de las Grandes Ligas (debutó al año siguiente) y Dave Parker había arribado en 1973. Además, se encontraban con los Piratas los estelares jardineros Al Oliver y Richie Zisk (cambiado después de la temporada de 1976), congestionamiento que provocó el movimiento del futuro "Hall of Fame" Willie Stargell hacia la inicial.
Curiosamente, en
enero de 1980, Lois tuvo un accidente nocturno conduciendo una camioneta en San
Pedro de Macorís, en el que perdió un ojo y su carrera. Había sido parte de las
coronas de las Águilas en los campeonatos 1974-75, 1975-76, 1977-78 y 1978-79,
así como del subcampeonato 1976-77.
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