viernes, 12 de junio de 2015

Sobre Ozzie Virgil y ¿Un Intento de Secuestro?

Por Luichy Sánchez Peralta

Entre el montecristeño Osvaldo (Ozzie) Virgil, primer dominicano en jugar y dirigir (10 juegos en 1984, sustituyendo al suspendido titular Dick Williams) en el béisbol de las Grandes Ligas, mi padre (Juan Sánchez Correa, fallecido) y mi familia se desarrolló una relación afectiva que llega más allá de lo deportivo. Se trata de algo realmente familiar y que me ha correspondido conservar y continuar hoy día.

Además, Virgil es el único dominicano que ha sido manager en las actuales cuatro ligas otoño-invernales que integran la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe. En la pelota dominicana, Virgil se hizo popular con el apodo “El Orégano”.

El sábado 30 de Mayo asistí a la inauguración del campeonato 2015 de la “Dominican Summer League” (DSL), realizada en la academia de prospectos de los Vigilantes de Texas, ubicada en Jubey, Boca Chica.

Como la edición de este año de la DSL está dedicada a Virgil, allí tuve el gusto de saludarlo y conversar un rato con él, como en otras ocasiones. Este ilustre caballero cumplió recientemente 83 años de edad y todavía es instructor en la academia de prospectos de los Mets de New York, desde hace una década.

La relación de mi padre con don Osvaldo, como suelo decirle, empezó en el verano de 1955, cuando en los preparativos del nacimiento de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom) lo contactó y firmó para Águilas Cibaeñas, ya que era el presidente del club.

Sánchez Correa viajó a Texas para ejecutar la firma, donde Virgil se encontraba jugando como antesalista del equipo “Dallas Eagles” (Águilas de Dallas), sucursal doble-A de los Gigantes de New York (hoy de San Francisco) en la Liga de Texas. Este fue el primer contrato firmado por Virgil con equipo alguno del béisbol profesional dominicano (este verano se cumplen 60 años).

Sin embargo, con posterioridad a eso, los rojos Leones del Escogido formalizaron un acuerdo de trabajo con los Gigantes, organización que otorgó los derechos de Virgil al Escogido.

Me cuenta Virgil que él le notificó a los Gigantes que ya había firmado con las Águilas Cibaeñas, pero las presiones que él recibió de los Gigantes, originadas en las presiones ejercidas por el Escogido, lo obligaron a desistir de reportarse al club “mamerillo” (mamey y amarillo).

Debo recordar que en esa época el Escogido contaba con personas de bastante influencia, muy allegadas al régimen de la tiranía trujillista, lo que le facilitó disfrutar de muchas “bondades” en los inicios de la Lidom.

Esta fue una situación conflictiva que afectó a las Águilas, en vista de que habían estructurado el equipo con “El Orégano” como una de sus principales piezas, en lo que sería el primer campeonato otoño-invernal dominicano. Ese año (1955), con el conjunto Dallas, Virgil bateó .295 en 614 turnos y 159 juegos, 53 extrabases (31 dobles, 5 triples y 17 jonrones), 86 anotadas y 79 impulsadas.

Hace mucho que yo conocía esa historia y algunas cosas más, pero lo que ignoraba, y me parece una historia inédita, era que directivos aguiluchos planificaron secuestrarlo para que no pudiera reportarse al Escogido, según me reveló el mismo Virgil.

Resulta que en la torre de control del entonces Aeropuerto General Andrews de Santo Domingo, por donde llegaría Virgil desde los Estados Unidos para jugar con los Leones en el campeonato 1955-56, laboraba un santiaguero con el que se habría acordado desviar el avión hacia Santiago bajo el alegato de un mal tiempo.

No obstante, el plan abortó, desconociendo Virgil el motivo. Tratándose de la época en que se vivía, me parece fácil interpretar que eso era una aventura, algo temerario, aunque también es entendible la impotencia y la injusticia que se sufrió en los predios aguiluchos.

Ya retirado como jugador activo, Virgil dirigió a las Águilas Cibaeñas en tres ocasiones (campeonatos 1970-71, 1971-72 y 1980-81). En 1971-72, Virgil condujo a las Águilas a su cuarto título de Campeones Nacionales (3° en siete torneos) y primero de las Águilas con un dirigente dominicano. Con esa corona, las Águilas representaron a la Lidom en la primera Serie del Caribe efectuada en la República Dominicana y cuyo escenario fue el Estadio Quisqueya.


Curiosamente, cuatro años después (1976), en la segunda Serie del Caribe realizada en territorio dominicano, esta vez dividida entre los estadios Quisqueya y Cibao (tres fechas en cada uno de ellos), Virgil asistió como manager campeón de la Liga Venezolana (Tigres de Aragua) y las Águilas Cibaeñas volvieron a representar a la Lidom.

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